EL DIOS QUE YO CONOZCO

22.02. FILIPENSES - Autor

En la carta se menciona al apóstol Pablo como su autor (cap. 1: 1). El apóstol presenta a Timoteo como a uno de sus colaboradores (cap. 1: 1; 2: 19), y se refiere a su encarcelamiento (cap. 1: 7) y a su anterior predicación en Macedonia (cap. 4: 15) de una manera completamente natural y en armonía con lo que se sabe de la vida de Pablo.

La iglesia primitiva unánimemente reconoció que esta carta era de Pablo.

El primer testimonio extrabíblico en cuanto a la paternidad literaria paulina de esta epístola, proviene de Policarpo, líder y mártir cristiano de mediados del siglo II.

La evidencia en cuanto a la paternidad literaria de Pablo es tan manifiesta, que hay pocos motivos para ponerla en duda.

22.01. FILIPENSES - Título

El título de esta carta se debe a que fue dirigida a los cristianos de Filipos, ciudad de Macedonia. Los manuscritos más antiguos, que se remontan al siglo III, llevan el sencillo título de ΠΡΟΣ ΦΙΛΙΠΠΗΣΙΟΥΣ [PROS PHILIPPÊSIOUS] ("A [los] filipenses").

21.05. EFESIOS - Bosquejo

I. Saludo introductorio, 1: 1-2.


II. Sección doctrinal, 1: 3 a 3: 21.

A. Las bendiciones del creyente, 1: 3-14.
1. Himno de alabanza, 1: 3-10.
2. Sellamiento de los creyentes para salvación, 1: 11-14.

B. Oración en favor de la iglesia, 1: 15-23.

C. Judíos y gentiles son uno en Cristo, 2: 1-22.
1. Regeneración por el poder de Dios, 2: 1-10.
2. Todos son uno en Cristo, 2: 11-22.

D. La revelación del misterio, 3: 1-21.
1. Revelado a los apóstoles y profetas, 3: 1-6.
2. La sabiduría de Dios manifestada por medio de la iglesia, 3: 7-13.
3. Oración en favor de los creyentes y doxología, 3: 14-21.


III. Sección práctica, 4: 1 a 6: 20.

A. Unidad por medio de los dones del Espíritu, 4: 1-16.
1. Ruego en pro de una vida unida, 4: 1-6.
2. Naturaleza y propósito de los dones, 4: 7-16.

B. El cambio de vida, 4: 17 a 5: 21.
1. Tinieblas espirituales en contraste con la vida espiritual, 4: 17-24.
2. La naturaleza de la vida transformada, 4: 25-32.
3. Exhortación a la pureza de vida, 5: 1-14.
4. Insensatez y sabiduría, 5: 15-21.

C. Obligaciones en el seno de la familia, 5: 22 a 6: 9.
1. Entre esposos, 5: 22-23.
2. Entre padres e hijos, 6: 1-4.
3. Entre siervos y amos, 6: 5-9.

D. La armadura del cristiano, 6: 10-20.


IV Conclusión y saludos, 6: 21-24.

21.04. EFESIOS - Tema

El tema de Efesios es la unidad en Cristo. Pablo escribe a una iglesia (o iglesias) formada por judíos y gentiles, asiáticos y europeos, esclavos y libres, representantes todos de un mundo resquebrajado que debía ser restaurado a la unidad en Cristo. Esto implicaba la unidad de persona, familia, iglesia y raza. La restauración de la unidad individual en la vida de cada creyente asegura la unidad del universo de Dios. El tema de la unidad se presenta explícita e implícitamente a través de toda la epístola.

El apóstol anuncia su tema en un tono de exaltación espiritual, y exhorta a todos a alcanzar la más alta norma de carácter y conducta para lograr la unidad no sólo en doctrina y organización, sino en Cristo, la Cabeza, y en la iglesia, su cuerpo místico. Aunque "en Cristo" es la frase clave, es difícil elegir un versículo específico, porque casi no hay pasaje que no presente de una u otra manera este tema básico. Elección, perdón, predestinación, relaciones en el hogar: todo es "en Cristo".

El apóstol dice menos acerca de la fe que acerca de la gracia. En sus escritos anteriores destaca la relación del individuo con la salvación; aquí pone de relieve al grupo, la iglesia, el cuerpo, y habla de estar "en Cristo" en vez de ocuparse de cosas alcanzadas "mediante Cristo"; de Cristo viviendo en el creyente en vez de Cristo crucificado.

Pablo no desarrolla su tema como un argumento o proposición formal. Trata simplemente de lo que le fue dado a él en revelación, no a causa de poseer un intelecto superior o perspicacia mayor, sino porque era un instrumento de la gracia de Dios a quien le fue conferida una visión de la unidad esencialmente espiritual del reino.

Se puede afirmar que lo que Romanos y Gálatas fueron para el siglo XVI y la Reforma protestante, Efesios lo es para la iglesia de hoy. ¿Qué puede decir el cristianismo respecto a las relaciones del individuo con la familia, de la familia con la nación, de la nación con la raza, y de todos con la iglesia y con Dios? Pablo contesta presentando a Cristo como el centro y fin de todas las cosas, como quien cumple sus propósitos mediante la iglesia, como quien reúne "todas las cosas en Cristo" (cap. 1: 10).

La adquisición de una unidad que conserve la libertad del individuo, de unidad sin rígida uniformidad, es nuestra más urgente necesidad ahora. Al apóstol se le dio una revelación que ofrece la única solución a un problema de gran importancia para todo hombre de bien.