EL DIOS QUE YO CONOZCO

10.02. El Testimonio de Eusebio

En el tiempo cuando el cristianismo fue legalizado en el Imperio Romano (313 d. C.) ya se había trazado la línea de demarcación entre los libros reconocidos y los rechazados.

Por eso Eusebio, escribiendo alrededor del año 325 d. C. (Historia eclesiástica iii. 25), dividió en tres clases los libros del Nuevo Testamento que se tenían como canónicos.

(1) La primera clase comprendía los "Libros reconocidos": los cuatro Evangelios, Hechos, 14 epístolas de Pablo (incluso Hebreos), 1 Juan, 1 Pedro y Apocalipsis;

(2) La segunda clase incluía los "libros puestos en duda", que dividía en aquellos que eran "mencionados por muchos": Santiago, Judas, 2 Pedro, 2 y 3 Juan, y las obras "espurias": los Hechos de Pablo, el Pastor de Hermas, el Apocalipsis de Pedro, la Epístola de Bernabé, la Didachê, y el Evangelio según los hebreos.

(3) En su tercera clase Eusebio colocaba los escritos "absurdos e impíos", tales como los Evangelios de Pedro, Tomás, Matías, y los Actos de Andrés, Juan, y otros. Las afirmaciones de Eusebio revelan claramente que los cristianos habían separado categóricamente el tamo del trigo en las escrituras del Nuevo Testamento antes de que el cristianismo se convirtiera en una religión reconocida por el Estado a comienzos del siglo IV.

Los libros que él clasifica como "Libros reconocidos" y "Libros puestos en duda que sin embargo son mencionados por muchos", son los mismos 27 libros del Nuevo Testamento reconocidos como canónicos por todos los cristianos hoy día. El rechazaba todos los otros.